Leo en colores. 5 años
Escrito por SANDRA ZURDO ROBLES, lunes 8 de mayo de 2017 , 09:55 hs , en 5 años

Los alumnos de cinco años nos cuentan cuáles son sus cuentos favoritos.

 



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  • Rocco el viernes 18 de julio de 2025, 02:47 hs

    La verdad desnuda sobre el extintor de CO₂: ¿para qué sirve realmente y por qué deberías tener uno cerca?

    La verdad desnuda sobre el extintor de CO₂: ¿para qué sirve realmente y por qué deberías tener uno cerca?

     

    No es momento para palabrería vacía ni tecnicismos. Aquí hablamos claro o mejor no hablamos. Porque cuando se enciende una chispa cerca de un cuadro eléctrico, lo último que se necesita es confusión. Vamos a lo importante: el extintor de CO₂, para qué sirve, cuándo sí y cuándo jamás. Ni rodeos ni excusas.

    ¿Qué es un extintor de CO₂ y cómo actúa?

    El extintor de dióxido de carbono —CO₂ para los amigos— es una botella presurizada con un contenido que, al liberarse, forma una nube blanca densa que enfría, sofoca y apaga el fuego sin dejar ni rastro de residuos. Una descarga que puede alcanzar hasta -79 grados centígrados. Vamos, que no solo corta la combustión, también baja la temperatura para impedir que el fuego vuelva a encenderse.

    No necesita gas propulsor externo, porque el propio CO₂, almacenado a alta presión, hace el trabajo. Esa presión libera el gas en forma de nieve carbónica y eso, amigo lector, es lo que salva tu servidor, tu laboratorio, tu sala de control o tu oficina de una desgracia mayor.

    Extintor de CO₂: para qué sirve y cuándo se vuelve imprescindible

    El extintor de CO₂ para qué sirve, es una pregunta que se responde con tres letras: B, C y electricidad. Ni más ni menos.

    • Clase B: líquidos inflamables como gasolina, disolventes, aceites, pinturas o alcohol. El CO₂ actúa desplazando el oxígeno y cortando de raíz la combustión sin arrastrar nada más consigo. No ensucia, no deja restos.

    • Clase C: algunos incendios de gases, siempre y cuando haya instalaciones eléctricas involucradas.

    • Incendios eléctricos: este es su terreno natural. Donde hay circuitos, cuadros eléctricos, ordenadores o maquinaria sensible, el extintor de CO₂ manda con autoridad.

    Y es que, mientras otros extintores pueden freírte el router o dejarte una capa de polvo químico hasta en el alma, este hace su trabajo y se va sin tocar nada más.

    Ventajas técnicas del extintor de CO₂: ni rastro, ni daño, ni interrupciones

    A diferencia de los extintores de polvo, espuma o agua, el extintor de CO₂ no conduce electricidad. Esto, señores, no es un detalle menor. Es lo que permite usarlo directamente sobre dispositivos electrónicos sin fundirles los circuitos. Tampoco deja humedad ni residuos químicos. Es limpio, rápido y eficaz. El extintor ninja.

    Además, su efecto refrigerante ayuda a evitar el rebrote de la llama. El hielo seco formado en la descarga refrigera los materiales combustibles, baja la temperatura y deja la zona más segura que antes del incendio.

    Y en este punto, Extintores Mundoblog lo deja claro: cuando hablamos de proteger entornos tecnológicos, el CO₂ es insustituible. Porque apagar el fuego está bien, pero apagarlo sin romper nada más, eso ya es arte.

    Cuándo NO debes usar un extintor de CO₂: no todo es oro

    Hay que decirlo sin paños calientes: no todo incendio se apaga con CO₂. En fuegos de Clase A (materiales sólidos como madera, papel o textiles), este tipo de extintor no es eficaz. El gas se disipa rápidamente, no penetra en las brasas, y al cabo de un momento todo vuelve a arder.

    Tampoco es buena idea usarlo en espacios muy reducidos y con personas dentro. El CO₂ desplaza el oxígeno, y lo que puede apagar un fuego también puede asfixiar. Evacuación primero, disparo después.

    Mantenimiento, normativa y exigencias del extintor de CO₂ en España

    Aquí no vale con colgarlo de la pared y olvidarse. La legislación en España es clara y exige que los extintores de CO₂ se revisen anualmente. Nada de "yo creo que funciona", porque cuando llegue el momento, no habrá segundas oportunidades.

    Deben estar homologados, con su sello CE correspondiente, y cumplir con la norma UNE-EN 3-7. Además, cada cinco años toca prueba hidráulica. Sí, cinco años. Lo exige el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI), y más te vale cumplirlo si no quieres ver a tu empresa en un lío legal.

    ¿Cuánto dura un extintor de CO₂ y cuál necesitas?

    La vida útil ronda los 20 años, siempre que se cumpla con el mantenimiento. Pero lo importante es elegir el modelo correcto.

    • 2 kg: uso doméstico o para oficinas pequeñas.

    • 5 kg: ideal para centros de datos, laboratorios o zonas con múltiples cuadros eléctricos.

    • Más de 10 kg o con carro: instalaciones industriales o grandes centros tecnológicos.

    En todos los casos, asegúrate de que el extintor cuente con etiqueta visible, fecha de revisión y plan de recarga documentado.

    ¿Por qué elegir CO₂ en lugar de otros extintores?

    • No deja residuos: ni polvo, ni espuma, ni agua. Perfecto para evitar daños colaterales.

    • No daña equipos electrónicos: ni cortocircuitos, ni humedad.

    • Rápida actuación: en menos de cinco segundos está descargando su contenido.

    • Baja temperatura: su efecto refrigerante evita el rebrote del fuego.

    • Requiere poco espacio: tamaño compacto y gran efectividad.

    El arma silenciosa que todo espacio eléctrico debe tener

    No todos los fuegos se combaten igual. Y aunque el extintor de CO₂ no es para cualquier incendio, sí es el primero que debes mirar si hay electricidad de por medio. Ni lo dudes. En un armario técnico, en una oficina moderna, en un quirófano o un laboratorio, el dióxido de carbono es el rey silencioso de la extinción limpia.

    Eso sí, úsalo bien, manténlo al día y no lo trates como decoración. No será el más colorido ni el más aparatoso, pero cuando lo necesites, lo querrás funcionando al 100%.